La Cantante Calva, para muchos considerada la obra más importante de Eugène Ionesco, cuenta la historia de dos matrimonios que se reúnen para cenar y la velada, de forma magistral, se convierte en un sinfín de infinitas conversaciones con diálogos inconexos, creando así una atmósfera donde los personajes están físicamente cerca pero no pueden llegar a comunicarse de forma efectiva.