La metamorfosis de Abubukafka incidirá en lo repugnante que puede llegar a ser nuestro ser, en lo espeluznante de nuestras decisiones, lo monstruoso de nuestras omisiones o lo viscoso de nuestras complicidades. Y esta deformación no solo será verbal, sino también será física. Insectos terriblemente indecentes subastarán sus miserias desde el almacén de deshechos que habitan. Sí, han leído bien, insectos, en plural, porque en esta adaptación todos los personajes de La metamorfosis son insectos, todos, desde nuestro protagonista hasta sus familiares, pasando por los huéspedes o el gerente. Gregorio Samsa se transformará, poco a poco, paso a paso, con todo el desprecio que ello le reporta, con toda la soledad que ello acarrea, con el profundo destierro interior que él mismo se procura, en persona, se transformará en una persona.