Amelia es la abogada y asistente de Raúl, un psicólogo jubilado que solía tener como pacientes a personas importantes de la política y la farándula. Raúl se entera de que sólo le queda un mes de vida. Entonces le pide a Amelia que organice su muerte, que sea su «funeral planner», encargándose tanto de la parte legal como del evento en sí. Raúl no tiene familia, excepto su hijo Esteban, un saxofonista de vida bohemia, que vive del otro lado del océano, y a quien no ve hace más de veinte años.
Amelia acompañará a Raúl hasta los últimos días de su vida. La llegada de Esteban abrirá viejas heridas entre padre e hijo, e incluso en Amelia. Reproches, celos y recuerdos conforman la trama de esta historia.
¿Realmente podemos planificar la muerte que queremos?