UN ESPECTÁCULO DE DANZA CONTEMPORÁNEA DE DANIEL MORALES
Él es guionista, carpintero y periodista, aunque en sus ratos libres se permite ser soñador. "Ya no hay soñadores como los de antes. —piensa él— En un mundo que avanza a la velocidad de la luz y donde la inmediatez parece reinar, hay cosas que nos llenan de ilusión que han quedado relegadas a un segundo plano.”
Él es escritor y ganadero, y cuando se aleja de su hogar siente una profunda nostalgia tanto por los animales como por las palabras que dan vida a sus historias. Y es que a veces, cuando se cuela el frío, siente la necesidad de desconectar del bullicio cotidiano y volver a soñar.
Es un hombre fuerte y vulnerable, que navega entre la fe en lo posible y la duda de lo real, y ante la hostilidad que a menudo se cierne sobre las sombras, ha decidido que su principal arma será siempre la ternura.
Él es bailarín, coreógrafo, productor, asesor y distribuidor, pero lo que más le gusta es soñar, con los pies en la tierra, mientras recuerda aquel invierno en el que se enamoró.
Él es muchas cosas y cuando crea algo, se da cuenta que soñar no es solo un acto de escapismo, sino una forma de dar vida a lo dormido. Y así, entre sueños y realidades, continúa su viaje.
“¡Qué bien! Hoy vuelve a hacer frío.”